viernes, 1 de junio de 2007

DE RAQUEL LUISA TEPPICH PARA PROYECTO CULTURAL SUR

LA MONITA Y LA NIÑA

El verano asfixiaba la ciudad,
Los mosquitos punzaban sin piedad
Como cada año, se instalaba el Circo
Fénix, detrás de la estación central.

Largas colas de familias aguardaban
la función. Cada noche, iba una niñita,
de cabellos castaños, cortos y flequillo.
Ella iba feliz, el universo le sonreía
fascinada por los animalitos,
ignoraba el resto del espectáculo.

Dircey la monita, era suntuosa,
con su blanco vestido de tul,
moño y calzado colorado,
regalando inocencia y destreza
con su porte de estrella de Hollywood.

La niña consentida, pedía a su padre
que le comprase la monita,
su sufrido padre no hallaba manera
para decirle que eso era un imposible,
ella no era comerciable...

Tanto la monita y la pequeña
vibraban al estar juntas,
sus corazoncitos eufóricos
eran caricias de terciopelo
para el mundo enajenado.

Así transcurría cada noche,
flequillito picaron, no se perdía una
función, al finalizar esta, Dircey
corría apresurada a los brazos de la
muchachita. Pureza sublime,
entrega sin mezquindad.

Hoy la nena, es mujer, cruzó
senderos, risas y llantos,
nunca pudo olvidar
su afición por Dircey.

Raquel Luisa Teppich
Mar del Plata, Argentina
Publicado en el Museo de San Lorenzo de Almagro
http://www.museodesanlorenzo.com.ar