jueves, 31 de mayo de 2007

DE RAQUEL LUISA TEPPICH PARA EL PROYECTO CULTURAL SUR

EL ANDÉN

Tardecita de verano, estación
El Ceibal, Andén primero,
una multitud de pasajeros
se desplazaba de prisa.
El tren de Pilcomayo estaba
arribando. Impactada por el
la belleza de una niñita,
morena, ojos azules e interrogantes,
vestida de harapos, con una muñeca
aferrada a su pecho, ofreciendo
el amor que ella carecía;
sentada en uno de los tantos bancos
deteriorados por la maldad humana,
a la expectativa de una dadiva.
Caminé hacia la diminuta niñita,
tomé unas monedas
y un paquete de galletitas de cereal
de mi bolso, se las entregué,
me sonrió, temerosa. Súbitamente
nos abrazamos, olvidamos
nuestras tristezas, reproches
y cuestionamientos a la vida.
El tren atracó, besé a esa
muñequita frágil y carenciada.
Subí los peldaños, crucé un pasillo,
tomé el asiento pegado a la ventanilla
la máquina se fue alejando,
no mi desazón e impotencia
ante la desemejanza humana.

© Raquel Luisa Teppich
Publicado en el Museo de San Lorenzo de Almagro
http://www.museodesanlorenzo.com.ar

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