lunes, 28 de mayo de 2007

MARGA MANGIONE PARA EL PROYECTO CULTURAL SUR

EN LA BRUMA DORADA DEL RECUERDO
© Marga Mangione

Cerré los ojos:
y en la bruma dorada del recuerdo,
tus ojos claros me miraron fijo
y llenos de dulzura me sonrieron.

¿Para qué abrirlos?
¡No iba a dejar escapar tus ojos bellos!
Si entre las luces ardientes del desvelo,
nunca logro tenerlos.

No había sombras,
en ese nuevo espacio en mis adentros
y el brillo de tus ojos tan amados,
iluminó el silencio.

Y oí la música,
de un coro de angelitos celestiales,
que entre mágicas cuerdas de violines
inundó mi universo.

Cerré los ojos:
y juro que otra vez sentí tus besos,
que en los labios febriles me dejaban
su sabor tan intenso.

Si no los abro,
permaneces conmigo eternamente
en un albergue tibio y amoroso,
donde a solas te encuentro.

Por eso ahora:
siempre los cierro cuando te deseo
y me sumerjo en el profundo abismo,
de tus ojos de cielo.

Nada me importa:
¡Que se burle de mí el mundo entero!
Si en la bruma dorada del recuerdo,
nuevamente te tengo…



© Marga Mangione
Berazategui (BA), Argentina

1 comentario:

Elisabet Cincotta dijo...

Marga, este poema lo he vivido, querida amiga.
Excelente decir.
besos
Elisabet